Tropezó Boudelaire y corrió un zócalo del cielo. Las estrellas que vagaban por ahí se hundieron en lo que aparentaba ser un "agujero negro". En los espacios que dejaron esas estrellas se encontraron los amantes a la distancia. De sus historias se escribieron las canciones más hermosas. Esas se escondieron en los corazones de los adolescentes que deseaban amar con toda la energía del núcleo de la Tierra. Los abrazos de los adolescentes llenaron de ternura a los pintores. Sus cuadros fueron encontrados miles de años después, cuando el Mundo era sólo tiranía y sarcasmo. Quienes los encontraron los catalogaron de "soñadores", pero ¡que hermoso sueño pintaban en cada trazo!
Pasarán trecientos años hasta que Boudelaire tropiece de nuevo en el cielo, y se pierdan las estrellas, y se encuentren los amantes, y se ilusionen los adolescentes, y los pintores se inspiren... para dejar en sus cuadros el secreto de la vida.
Pasarán trecientos años hasta que Boudelaire tropiece de nuevo en el cielo, y se pierdan las estrellas, y se encuentren los amantes, y se ilusionen los adolescentes, y los pintores se inspiren... para dejar en sus cuadros el secreto de la vida.
